jueves, 23 de mayo de 2013

Mi alebrije: cheese-cupcake de fresa y oreo

Muchos os preguntaréis: "¿Ale...qué?"
El alebrije es una artesanía de origen mexicano, que representa una criatura que ralla en la fantasía; una especie de animal imaginario, a menudo mezcla de diferentes especies. Muchas veces se hacen de madera y otras con papel maché o cartón y suelen ser súper coloridos.
Encontré este sitio donde hay unos muy chulos, para que os hagáis una idea.

¿Y qué tiene que ver este bicho con mi cupcake? Pues que es el resultado de una mezcla de recetas sobre las cuales me fui inspirando, buscando los sabores que quería, hasta que logré materializarlo. Un alebrije es lo que se me vino a la mente :P


Tenía muuuuuucho antojo de repetir el cheesecake de oreo que hice con mi mamá el verano pasado, pero algo que recordaba y que no se me acababa de antojar era que tuviera la textura de un helado. Ese cheesecake al mantenerse en congelador, es ideal para el verano porque es muy fresquito, y yo tenía ganas de algo frío pero no helado.

Así que me tiré un clavado al internet a ver qué encontraba (a mí que no me gusta investigar, jaja) y hallé mil versiones de recetas de cheesecakes! Algo que ignoraba es que se puede hacer por lo menos de tres maneras: en el congelador, en la nevera y en el horno.

Como os comentaba, quería descartar esta vez la opción congelador y descarté también la opción horneada porque tampoco quería que quedara caliente, como los brownie cheese-cupcakes que he hecho para San Valentín.

Algo que entendí es que el ingrediente que compartían las opciones frías (congelador y nevera) es la gelatina (polvo o láminas) y las versiones horneadas llevaban siempre huevos (bueno, esos hay que echárselos a todas las recetas, jajajaja!).

Así fui depurando, seleccionando los ingredientes que quería utilizar. Lo bueno es que Leo tenía unas láminas de gelatina en casa :)


Tenía además muchas ganas de utilizar las fresas que acababa de comprar y quería también conservar la base de oreo del cheesecake que hice con mamá, sustituyendo la tradicional base con galleta maría.

En las recetas que encontré de cheesecakes con fresa, vi que también había muchas maneras de incorporarlas, y estaba a punto de meterlas en crudo, pero ya cuando estaba por ponerme a hornear, vi que había una receta donde las incorporaba en caliente, haciendo una especie de mermelada con vainilla y canela y esa es la que provocó que se me hiciera agua la boca...mmmmmm!!

Después de traducir los trozos de recetas, de convertir y adaptar las cantidades para que me salieran 12 cupcakes, este fue el resultado (y salieron a la primera!!!):

Cheese-cupcakes de fresa y oreo

Ingredientes para 12 cheese-cupcakes:

Para la base de galletas oreo:
  • 75 g de galletas oreo molidas/picadas/trituradas
  • 40g de mantequilla derretida

Para el preparado de fresa:
  • 227 g de fresas
  • 1 cucharada de agua fría
  • 1 cucharada de agua tibia
  • 1 y 1/2 láminas (3g) de gelatina neutra
  • 19 g de azúcar blanco
  • 1/2 cucharadita de extracto de vainilla
  • 1/2 cucharadita de canela en polvo

Para el cheesecake:
  • 200 g de queso crema a temperatura ambiente
  • 2 y 1/2 láminas (5g) de gelatina neutra 
  • 125 g de yogurt
  • 40 g de azúcar blanco
  • 1 cucharada de jugo de limón
  • 2 cucharadas de agua fría
  • 2 cucharadas de agua caliente
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla

Para la decoración:
  • 6 fresas frescas, partidas a la mitad

Procedimiento:

Trituramos nuestras galletas oreo y reservamos. Derretimos la mantequilla en el microondas (o a baño maría). Mezclamos en un bol la galleta triturada con la mantequilla, para hacer la base de los cheese-cupcakes. Colocamos las cápsulas (papel o silicona) en nuestra bandeja para cupcakes/magdalenas y repartimos esta mezcla anterior en el fondo de cada cápsula, aplastando un poco con una cuchara para que la base quede compacta y pareja. Metemos 15-20 minutos a la nevera.


Mientras, hacemos el preparado de fresa. En un cuenco, ponemos a hidratar nuestras láminas de gelatina en la cucharada de agua fría, durante 3 minutos. En un cazo ponemos las fresas, el azúcar y una cucharada de agua tibia. Cocinamos a fuego medio hasta que las fresas estén blandas. 


Con la batidora de inmersión, licuamos hasta convertirlo en puré. Vaciamos la gelatina hidratada al puré caliente de fresas y suavemente cocinamos a fuego lento, removiendo hasta que la gelatina esté completamente disuelta. 


Retiramos del fuego y añadimos el extracto de vainilla y la canela. Dividimos la mezcla en dos tazas, una ligeramente más abundante que la otra (para la capa superior de los cheese-cupcakes). Dejamos templar.

Ahora preparamos el cheesecake. En un cuenco, ponemos a hidratar las láminas de gelatina en las 2 cucharadas de agua fría, durante 3 minutos. Mientras, batimos el queso crema con el yogurt, el jugo de limón, el extracto de vainilla y la taza con menor cantidad de preparado de fresa. Ya que nuestra gelatina está hidratada, le añadimos las 2 cucharadas de agua caliente y removemos hasta que se disuelva. Ya que esté bien disuelta y templada la gelatina, la incorporamos a la mezcla de cheesecake, batiendo a velocidad baja hasta que sea homogénea.

Sacamos de la nevera la bandeja que teníamos con las cápsulas rellenas de la base de oreo. Repartimos la mezcla de cheesecake entre las cápsulas. Metemos nuevamente a la nevera entre entre 1 y 2 horas, hasta que veamos que nuestros cheese-cupcakes están firmes al tacto.

Ya que están listos, sacamos y vertemos la taza con mayor cantidad del preparado de fresa que habíamos reservado, distribuyéndola en nuestros cheese-cupcakes. Si el preparado se ha espesado, calentamos un minuto a fuego medio sólo hasta que esté lo suficientemente líquido como para vaciarlo encima de los cheese-cupcakes.


Yo dejé algunos sin esta capa superior, para probar cómo sabían. Metemos nuevamente a la nevera y los dejamos cuajar una hora más, hasta que la cobertura de fresa esté firme. Y listo!! Si queremos agregamos la mitad de una fresa fresca y lavada para decorar :)

Este fue el primero que me comí en la noche, mmmmmmmmmmmmmm!! Me encantó!!


Y al día siguiente, probé uno de los que dejé sin cobertura...y no sé por cuál me decido!! Los dos me gustaron mucho!!! 


Evidentemente los que no tienen cobertura son ligeramente menos dulces y creo que según el antojo de azúcar que traía, unos días me gustaban más unos que otros :P


Y al último que me comí, decidí agregarle una galleta oreo más, digo, ya para redondear el tema calórico, jajaja! :P


Creo que ni se nota que me encantan las galletas oreo, jeje. Os prometo, que si a alguien le encantan los cheesecakes, o las fresas o las oreo, alucinaría con esta combinación!!

Bueno, pues ojalá os animéis con la receta y si es así, me contáis!!

Un abrazo apretado, para quitar el frio que hace a estas horas de la madrugada ;)

Besos a montón,

Gauri

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